Un día de pesca para mi es cumplir objetivos, mas allá de las expectativas, ser resolutivo en las mejores y peores situaciones, desarrollar los conocimientos adquiridos y por adquirir, tratar de disfrutar con lo que hago, aunque para ello tenga que sufrir, paradójico verdad?

Al final todo es dual, disfrutar de una jornada con amigos, seleccionar con nerviosismo y dedicación cada señuelo para cada situación, contemplar parajes únicos y al final lo que todos queremos… disfrutar de las capturas.

Pero para ello hay que sufrir, sufrir momentos de tensión, oleajes, vientos, insolaciones, frío, lluvia, arañazos, heridas pero justificados, justificados por momentos de gloria eternos.

La pesca es como mis compañeros y colegas dicen, una forma de vida, que crea vínculos , ilusiones y desilusiones, una balanza de sensaciones que se decanta mas por llenar tu camino de felicidad, una felicidad que siempre debe de ser compartida.

A groso modo la pesca es mi felicidad y lo que digo siempre… una escuela de valores.